La aparición con vida de Bautista Boock, el niño de dos años y siete meses que desapareció el martes cerca del Lago Gutiérrez en Bariloche, trajo alivio a la comunidad. Sin embargo, persisten numerosas dudas sobre las circunstancias de su desaparición, lo que ha llevado a las autoridades a abrir líneas de investigación que incluyen la posibilidad de un secuestro o un accidente.
El menor fue encontrado la mañana de este miércoles por un operador de Parques Nacionales, a 400 metros de donde fue visto por última vez. El sitio, en la parte superior de una colina, es una zona escarpada y de difícil acceso, lo que generó sospechas entre los investigadores. “Es muy difícil que haya llegado al sitio donde se lo encontró por sus propios medios”, señaló el fiscal jefe Martín Lozada.
Otra de las circunstancias llamativas es que Bautista estaba acompañado por su perra, que habitualmente lo cuidaba. Sin embargo, el animal regresó solo a las 2:30 de la madrugada, un hecho que fue clave para orientar la búsqueda hacia el área donde finalmente fue hallado.
Las autoridades judiciales informaron que se realizaron diligencias en viviendas cercanas al lugar donde apareció el menor, aunque mantienen un gran hermetismo sobre los avances. Desde el Ministerio Público Fiscal de Río Negro explicaron que no brindarán más detalles “para no entorpecer el curso de la investigación”.
Entre las pistas que fortalecen la hipótesis de que Bautista no se perdió, el fiscal Lozada mencionó que el niño no presentaba signos de hipotermia ni deshidratación, y solo tenía algunos arañazos superficiales. “Todo indica que no durmió a la intemperie, sino bajo techo”, agregó.
El menor fue encontrado cerca de la seccional Villegas, en dirección a la Estancia Peuma Hue, en la zona sur del Lago Gutiérrez. Los resultados de los procedimientos realizados en la zona serán comunicados este viernes, mientras la comunidad sigue expectante ante los avances de un caso que ha despertado más preguntas que respuestas.