Info Cordillera entrevistó a esta admirable mujer, nacida en Rosario a orillas del río Paraná pero que desde hace ya muchos años eligió a la Patagonia para vivir y armar su familia. Como primera pregunta, le consultamos sobre ¿Quién es Analía Romero?, entre risas nerviosas explicó que “soy una mujer de 52 años, madre de dos hijas maravillosas y me tocó un día adquirir una discapacidad visual en esos cambios que da la vida” señalando que “justamente había estudiado y soy técnica óptica y un día empecé a tener los síntomas de las cosas que había estudiado y fui perdiendo la vida por retinosis pigmentaria”.
“Yo era miope y usaba anteojos, pero a los 30 años comenzaron los síntomas más notorios y cuando finalmente supe que tenía retinosis pigmentaria entendía muchas cosas de mi vida que me hacía creer que era torpe pero no era así, sino que estaba perdiendo el campo visual” explicó, relatando que “a partir de ahí empecé a perder la vista cada vez más, transité la baja visión con mi bastón verde y ya desde hace unos años son una persona ciega”.
Ante la pregunta de que, si la vida la preparó al ser gradual su pérdida de visión, Analía explicó que “probablemente sí, pero la baja visión es difícil ya que es un estado de la discapacidad visual donde uno no es ciego, pero tampoco ve bien y no es algo que se corrige con anteojos por lo que es muy complejo para la sociedad que no es que uno se está haciendo el ciego y empiezan los prejuicios y son cosas que uno tiene que sobrellevar mientras se te van apagando de a poco las luces de los ojos lo cual es agotador y estresante. Por eso yo cuando ya no ves más como que es de cierta forma un alivio porque ya no tenés que estar luchando ni tratando de ver lo que no ves”.
Al ser consultada como llegó el deporte a su vida, indicó que “yo corría cuando veía, pero lo hacía porque me gustaba y dejé de hacerlo cuando empecé a perder la vista” agregando que “yo no sabía que las personas ciegas podían correr junto con un guía y estuve 10 años hasta que, por esas cosas del destino, por un blog que yo hacía para difundir la baja visión se contactan conmigo unos corredores ciegos que estaban buscando un participante más para una carrera de postas que unía Villa la Angostura con San Martín de los Andes y así empecé a entrenar ya como corredora con discapacidad y no paré más”.
Analía relató que es nacida en Rosario a orillas del río Paraná, pero se vino a la Patagonia a los 24 años. “Por mi fanatismo por las ballenas primero llegué a Puerto Madryn donde viví 6 años y luego ya me vine a El Bolsón donde armé mi familia”.
Cabe señalar que Analía ha ganado innumerables maratones a lo largo de todo el país, como así también ha participado en carreras de montaña o se la puede ver esquiando en las pistas del Cerro Perito Moreno de El Bolsón
Otra de las facetas admirables de Analía es que ha ganado un premio Martín Fierro por su programa de radio “Apaga la luz y verás”. Sobre esto señaló que “lo del deporte es algo personal mío y que me hace muy feliz, pero todo lo otro que hago, como las actividades de ADIVI (Amigos Discapacitados Visuales), el programa de radio o las capacitaciones que damos en el Instituto de Formación Docente donde soy parte del equipo de accesibilidad, tiene que ver con querer cambiar las cosas para el otro, poder hacer un cambio ya que cuando yo empecé a perder la vista me encontré en un lugar donde no había accesibilidad, donde las personas ciegas no salen de su casa, creyendo que ya no se puede hacer más nada y se termina la vida pero en realidad se puede hacer todo y yo soy muy fanática y activista en eso y quiero que la gente sienta que sí se puede. Que es de otra manera, pero se puede hacer todo” señalando que “muchas veces es la familia que sobreprotege a la persona ciega y es entendible ya que es muy difícil salir a la calle para la persona ciega, se te hace un nudo en la panza cuando te desorientás, pero la gente es muy buena y siempre va a haber alguien dispuesto a ayudarte. Siempre que estoy en una esquina aparece alguien, cuando estoy por pisar un charco surge quien te dice que te acompaña porque es difícil circular, pero se puede”.
La pregunta final de la entrevista la dejó pensativa por unos segundos, cuando le consultamos si tuviese un solo deseo que se hiciera realidad, que sería, a lo que respondió que “es difícil porque a veces me han preguntado si me gustaría volver a ver y obviamente ser ciega no es lindo, pero también me ha hecho ser quien soy. Me tocó esto y decidí ser esta persona y este es mi camino. Creo que quizás mi vida sería vacía y sin objetivos y yo al perder la vista encontré el sentido de la vida. Entonces si tuviese un deseo, sería poder siempre encontrar el camino para hallar las soluciones ya que dificultades encontramos todo el tiempo, seas o no ciego, pero si uno va encontrando el camino, se transita y las respuestas llegan”.