Por segundo año consecutivo, y luego de varios años sin realizarse, la Escuela N° 734 “Cóndor Andino” fue sede y organizadora de la 22ª Feria del Libro de El Hoyo, que contó además con la segunda edición de la Expo Universidades. El evento reunió a estudiantes, docentes, editoriales, institutos y organismos provinciales, consolidándose como un espacio de encuentro para toda la comunidad educativa y cultural de la comarca.
Durante el acto inaugural, el intendente César Salamín subrayó el valor del evento y de la lectura como herramienta de identidad y conocimiento: “Lo importante que son los libros, donde está la historia de la comarca, nuestra historia. Lo importante que es para los jóvenes poder alejarse un poco de los teléfonos y disfrutar de la lectura”, expresó.
Por su parte, la directora del establecimiento, Carola Salguero, agradeció el acompañamiento institucional y destacó el rol activo de los alumnos en la organización: “Agradecemos a la Municipalidad de El Hoyo que nos ha permitido este año lanzarnos solos para organizar la feria. Es muy valioso que los estudiantes participen de la organización y el desarrollo de este evento”, señaló.
El cronograma comenzó durante la mañana con la presentación de stands del Ministerio de Educación, la Subsecretaría de Cultura y el Nodo Red por la Identidad, que nuevamente formaron parte del espacio central. A lo largo del día, se presentaron libros y editoriales regionales, proyectos escolares, la Escuela de Luthería y diferentes propuestas artísticas impulsadas por estudiantes.
Entre las actividades destacadas, el grupo Raperos de El Hoyo ofreció un número musical, seguido por una presentación del Grupo de Acordeones y el Ensamble de Cuerdas del Instituto Superior de Formación Docente Artística N° 814.
Promediando la tarde, el Nodo Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo desarrolló una actividad especial con la proyección y presentación del libro “La canción de todos”, de Mario Cugura, hijo de desaparecidos y en búsqueda activa. El espacio buscó reflexionar sobre el horror de la dictadura a través de la literatura, manteniendo viva la memoria y el reclamo por los desaparecidos.
El cierre estuvo a cargo de autores comarcales y un taller de ensamble musical de la Escuela 734, coronando una jornada que combinó arte, memoria y educación, reafirmando el valor de la lectura y la cultura como puentes para construir comunidad.