El próximo martes, el presidente argentino Javier Milei se reunirá con Donald Trump, un encuentro que refleja la creciente cooperación entre Argentina y Estados Unidos en áreas estratégicas como la energía nuclear, la minería y la inteligencia artificial (IA). Esta cita se suma a la posible ayuda financiera del Tesoro norteamericano, cuyo jefe, Scott Bessent, entregará el miércoles a Milei el Global Citizen Award del Atlantic Council, un prestigioso think tank especializado en geoeconomía y geofinanzas.
El reconocimiento otorgado por Bessent, quien en abril mencionó explícitamente la intención de respaldar a Argentina en situaciones de estrés financiero, refuerza el compromiso estadounidense. Washington busca apoyar a un gobierno con afinidades ideológicas y que ocupa una posición geoestratégica clave, debido a su extensa costa atlántica y su proximidad a la Antártida, factores relevantes en la competencia global con China.
Entre los intereses de EE.UU. destacan la provisión de minerales críticos y el papel potencial de Argentina como plataforma para el desarrollo y despliegue de inteligencia artificial “made in USA”. Además, el país sudamericano se posiciona para abastecer con energía limpia a través de pequeños reactores nucleares, esenciales para la creciente demanda energética de los centros de datos y servicios en la nube vinculados a la IA.
Argentina se convirtió el pasado viernes en el primer país latinoamericano en sumarse como “socio contribuyente” al Programa de Infraestructura Fundamental para el Uso Responsable de Tecnología Nuclear (FIRST) de EE.UU., que promueve la expansión global de Pequeños Reactores Modulares (PRM) para usos civiles. Este programa, liderado por el Departamento de Estado y bajo la supervisión de la Oficina de Control de Armas y No Proliferación, enfatiza el despliegue responsable y seguro de estas tecnologías.
El proyecto de PRM está alineado con los planes de Demián Reidel, asesor cercano de Milei y presidente de Nucleoeléctrica Argentina SA, quien impulsa la construcción de estos reactores como una prioridad nacional. En 2024, Milei, Reidel y Rafael Grossi, director de la Organización Internacional de Energía Atómica, presentaron formalmente esta iniciativa en la Casa Rosada, subrayando su importancia estratégica y científica.
En materia minera, Argentina emerge como un actor fundamental para EE.UU. debido a su potencial como productor de cobre, un mineral crítico para la infraestructura tecnológica y energética. Según Gracelin Baskaran, directora del programa de minerales críticos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), el país sudamericano es un socio clave por su base de recursos y políticas favorables a la inversión, a pesar de la volatilidad económica.
Estados Unidos es el segundo mayor consumidor mundial de cobre refinado, con un consumo de 1,6 millones de toneladas métricas en 2024, pero su producción local es limitada. La brecha entre la oferta y la demanda se amplía debido a la expansión de centros de datos, especialmente para la IA, que requieren cantidades crecientes de cobre. Baskaran destacó que Argentina, con su “boom de exploración minera”, es crucial para satisfacer estas necesidades.
Actualmente, el país cuenta con 71 proyectos de litio, 35 de cobre, 70 de oro, 20 de plata y 4 de uranio. Empresas multinacionales como Glencore, Newmont, BHP y Rio Tinto tienen inversiones significativas, con proyectos que podrían generar exportaciones anuales por USD 20.000 millones. Sin embargo, desafíos en infraestructura y logística podrían limitar la capacidad para aprovechar plenamente este potencial.
El secretario de Minería, Luis Lucero, destacó el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), que ya atrajo USD 25.000 millones y tiene pendientes otros USD 40.000 millones en proyectos. Subrayó además la producción de carbonato e hidróxido de litio grado batería, y la intención de atraer más empresas estadounidenses para fortalecer la minería en un marco federal y con consenso político favorable.
Además del sector minero, el CSIS resaltó el valor de Argentina como aliado en inteligencia artificial y energía nuclear. Dan Korn, director de Asuntos Estratégicos de Microsoft, y Juan Cruz, asesor del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., enfatizaron la madurez de la cultura digital argentina, su temprano desarrollo tecnológico y su integración en el “Grupo Hiroshima” de países amigos de la IA, liderado por el G-7.
El informe “EEUU, Argentina: aprovechar el momento de la Inteligencia Artificial americana” señala que la visita de Bessent y el apoyo de Trump a Milei representan una oportunidad para expandir la influencia tecnológica estadounidense y limitar la penetración china en el hemisferio occidental. Argentina, con una penetración de internet cercana al 90%, ya cuenta con una base sólida para alojar la próxima generación de infraestructura tecnológica.
El país también posee un legado reconocido en innovación nuclear, que actualmente se revitaliza con el desarrollo de los Pequeños Reactores Modulares impulsados por Reidel. Milei destacó recientemente en la Bolsa de Comercio de Córdoba que, gracias a acuerdos con Francia y recursos propios de uranio, Argentina aspira a ser un actor clave en energía limpia para alimentar la inteligencia artificial en la región sur.
Este fortalecimiento de la alianza estratégica entre Argentina y Estados Unidos se presenta como un factor central en la competencia global por la supremacía tecnológica y económica, en la que la combinación de recursos naturales, innovación y cooperación política puede definir un nuevo paradigma en la región.