El Gobierno nacional ha solicitado a los ciudadanos argentinos, tanto dentro del país como en el extranjero, que devuelvan determinados pasaportes que presentan posibles defectos de seguridad relacionados con la tinta negra utilizada en su impresión.
Esta medida se tomó luego de que el Registro Nacional de las Personas (RENAPER) detectara anomalías en la tinta de seguridad empleada en la elaboración de los documentos. Según fuentes oficiales, la falla afecta a pasaportes de la serie AAL, específicamente en los rangos numéricos AAL314778–AAL346228, AAL400000–AAL607599 y AAL616000–AAL620088.
Inicialmente se estimaba que entre 5.000 y 6.000 pasaportes podrían estar comprometidos, pero un comunicado del Consulado argentino en San Pablo amplió la revisión a más de 200.000 documentos dentro de esos rangos.
Desde Casa Rosada aclararon que no todos los pasaportes de esos rangos presentan irregularidades, pero la falla es imperceptible a simple vista y solo puede ser detectada mediante equipos de lectura en los puestos migratorios. El origen del problema se atribuye a un lote defectuoso de tinta suministrada por un proveedor alemán que abastece al país desde hace 12 años.
Tras identificar las partidas afectadas, estas fueron retiradas de circulación y se implementaron los protocolos correspondientes. Las autoridades aseguran que la situación ya está controlada y que la producción de pasaportes continúa con normalidad.
Para proteger la seguridad de los ciudadanos y evitar inconvenientes en los viajes internacionales, el RENAPER, junto con Migraciones y Cancillería, estableció un protocolo especial. Este reconoce como válidos los pasaportes con fallas si son detectados en el exterior y ofrece la emisión gratuita de un nuevo documento para los afectados.
Procedimiento para los ciudadanos afectados: quienes tengan un pasaporte dentro de los rangos indicados deben presentarlo en el RENAPER o en los consulados argentinos en el extranjero. Si al examinarlo se confirma que no posee defectos, el documento será devuelto; en caso contrario, se emitirá un nuevo pasaporte sin costo.
Para casos de urgencia de viaje, se facilitará un pasaporte de emergencia que permite el tránsito inmediato. En los consulados, los pasaportes sospechosos son enviados a Buenos Aires cada dos semanas para su inspección individual. Los documentos defectuosos son destruidos y reemplazados, aunque este proceso puede demorar varias semanas, generando incertidumbre entre los usuarios.
A pesar de las críticas y los posibles inconvenientes para los ciudadanos, el Gobierno garantiza que nadie quedará sin documento y que la movilidad internacional está asegurada. Esta medida busca preservar la seguridad de la documentación oficial sin perjudicar a los viajeros argentinos.