¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

7 de Septiembre de 2025

Influencers creados con inteligencia artificial ganan millones y cambian el mundo digital

Personajes virtuales como Lil’ Miquela y Mia Zelu acumulan seguidores y contratos millonarios, redefiniendo la influencia en redes sociales y el marketing digital.

Por Redacción

Domingo, 07 de septiembre de 2025 a las 06:00

En el último festival de música Outside Lands en San Francisco, la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, fue fotografiada junto a Lil’ Miquela, una influencer que acumula 2,4 millones de seguidores en redes sociales. Sin embargo, Miquela no es una persona real, sino un personaje generado por inteligencia artificial que ha ganado gran popularidad en los últimos años.

Otras figuras virtuales también han llamado la atención, como Mia Zelu, una influencer rubia de ojos azules con 167.000 seguidores que recientemente apareció en Wimbledon. Un estudio de la plataforma Kapwing reveló que estos personajes digitales no solo atraen a millones de seguidores, sino que generan importantes ingresos para sus creadores.

Por ejemplo, Lu do Magalu, una influencer brasileña virtual que representa a la cadena minorista Magalu, cuenta con más de 8 millones de seguidores en Instagram y cobra aproximadamente 34.320 dólares por publicación. Mientras tanto, Lil’ Miquela obtiene cerca de 73.920 dólares por cada post que publica.

Desde su aparición en 2016, Lil’ Miquela ha sido considerada la pionera entre las influencers de inteligencia artificial. Ha protagonizado portadas de revistas, lanzado música y trabajado con marcas como Calvin Klein y Prada, todo bajo la identidad de una supuesta adolescente brasileña-estadounidense de Downey, California, que actualmente dice tener 22 años.

La gestión de Miquela está a cargo de un equipo de la empresa tecnológica Dapper Labs, que crea sus historias, imágenes y textos para dar vida a este personaje digital. Este grupo también organiza colaboraciones con celebridades, marcas e incluso políticos, logrando que la audiencia perciba a Miquela como una figura tangible más allá de la pantalla.

Ante la imposibilidad de contactar a Pelosi para comentarios, Dapper Labs aclaró que no existe ningún vínculo directo entre la política y la influencer virtual. Ridhima Kahn, vicepresidenta de asociaciones de Dapper, destacó que “Miquela tiene un equipo fantástico detrás”. Explicó que trabajan para entender qué preocupa y motiva a su público, y para que Miquela pueda expresar opiniones sobre temas actuales.

Entre los asuntos recientes abordados por Miquela están la leucemia y el fenómeno de los “ultrafalsos”, imágenes generadas sin consentimiento. Aunque algunos critican que una figura ficticia simule padecer enfermedades reales, Kahn sostiene que el enfoque de Miquela en la concientización social la diferencia de otros influencers virtuales, que suelen centrarse solo en colaboraciones comerciales.

Dapper Labs adquirió a Miquela en 2021 tras comprar la startup Brud. Kahn explicó que la decisión se basó en el potencial futuro de los influencers virtuales y en la autenticidad que Miquela ha mantenido como activista social y creadora de cambios, cercana a su comunidad de seguidores.

A diferencia de otras influencers generadas por IA, como Mia Zelu, Miquela posee un aspecto menos fotorrealista, lo que facilita identificarla como un personaje digital. Esto es intencional, pues el equipo quiere ser transparente sobre su naturaleza: “Es muy transparente sobre el hecho de que no es real”, afirmó Kahn.

A pesar de sus seguidores, Miquela también recibe críticas y comentarios despectivos contra la inteligencia artificial, como el uso del término “clanker”, un insulto para robots y software que proviene de la saga La Guerra de las Galaxias.

Curiosamente, mientras que los influencers humanos buscan autenticidad, figuras como Miquela y Mia Zelu se enorgullecen de su condición de personajes artificiales, incluso incluyendo apodos robóticos en sus biografías y mostrando ubicaciones imposibles en sus publicaciones. Para sus creadores, esta capacidad de estar en múltiples lugares al mismo tiempo es una ventaja comercial.

Según Kahn, esta flexibilidad permite a las marcas contar historias muy dinámicas, donde Miquela puede estar presente simultáneamente en eventos en distintas ciudades, algo imposible para una persona real.

En un mundo donde la edición digital es habitual, las fronteras entre lo real y lo virtual se difuminan. Kahn reflexionó: “Creo que la próxima generación no piensa tanto en si esta persona es real o no. Se trata más bien de: ‘¿Qué representa esta cuenta?’”