En la mañana de hoy, el expresidente Mauricio Macri encabezó una reunión clave del Consejo Nacional del PRO, realizada en la sede partidaria de la calle Balcarce 412 de la Ciudad de Buenos Aires, para analizar la estrategia del partido de cara al vínculo con La Libertad Avanza (LLA) y la definición de su identidad hacia las elecciones de 2027.
El encuentro apeló a ordenar un espacio que atraviesa tensiones internas, fugas de legisladores y un debate sobre si el PRO debe enrolarse como aliado del Gobierno o recuperar autonomía.
Una ausencia que habla
Quien no participó del cónclave fue el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, uno de los principales referentes del PRO. Según pudo reconstruirse, ni él ni sus allegados se hicieron presentes, como la diputada Ana Clara Romero o la Senadora Andrea Cristina.
La falta de presencia se interpreta ya como un gesto político: Torres no sólo había criticado públicamente la alianza del partido con LLA (“ir al resguardo de los vencedores es muy sencillo”, dijo) sino que además viene marcando diferencias sobre el rumbo que, en su visión, debería asumir el PRO.
Tensión por la identidad partidaria
Durante el encuentro partidario, Macri y otros dirigentes pusieron sobre la mesa la necesidad de definir el perfil del PRO frente al Gobierno nacional y la fuerza libertaria que lidera LLA. La pregunta central: ¿seguir apoyando sin participar formalmente o reivindicar una identidad propia que compita en 2027?
Fuentes consultadas en el partido señalan que, lo que está en juego es la supervivencia electoral del PRO: tras los últimos comicios legislativos, dirigentes como Martín Yeza advirtieron que “este no es ni de lejos la mejor versión del PRO” y que el partido debería pensar claramente hacia el 2027.