Según el informe oficial, el área será afectada por nevadas persistentes, con acumulaciones estimadas entre 20 y 40 centímetros en zonas altas, aunque en algunos sectores podrían superarse esos valores. En sectores más bajos, las precipitaciones pueden combinarse con lluvia y nieve. La situación se verá agravada por la presencia de viento blanco, lo que reducirá notablemente la visibilidad.
A la vez, se esperan vientos del oeste rotando al sur por la noche, con velocidades entre 50 y 60 km/h, y ráfagas que podrían superar los 90 km/h, lo que aumentará el riesgo en rutas, caminos rurales y zonas descubiertas.
Recomendaciones para la población
Frente a estas condiciones meteorológicas adversas, las autoridades recomiendan:
Evitar actividades al aire libre.
Circular solo si es necesario, y hacerlo con vehículos preparados para nieve y hielo.
Retirar con frecuencia la nieve acumulada en techos para evitar daños estructurales.
Asegurar objetos en patios, balcones y terrazas que puedan ser desplazados por el viento.
Ventilar adecuadamente viviendas y vehículos para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono.
Mantenerse informado a través de canales oficiales y tener lista una mochila de emergencia con elementos básicos como linterna, radio, documentos y teléfono.
Se recomienda especial precaución en las zonas rurales, de montaña y rutas de altura, donde las condiciones pueden cambiar rápidamente y dificultar la circulación.
El invierno se estrenó con fuerza en la Patagonia, y exige estar alertas y preparados.