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13 de Agosto de 2025

Entrevista a Paula Belén Nicora: Veterinaria apasionada y referente en la Comarca Andina

La médica veterinaria es una joven profesional de El Bolsón que ha revolucionado a través de las redes sociales la forma en que debemos cuidar a los integrantes peludos de nuestra familia. También ha escrito un libro sobre lo que significa la vida del veterinario. InfoCordillera dialogó mano a mano con ella para conocer su emocionante historia de vida.

Por Redacción

Sabado, 15 de junio de 2024 a las 06:48

Paula Belén Nicora es enormemente conocida no solo en la Comarca Andina por sus consejos sobre el cuidado de nuestras mascotas, contando con miles de seguidores en redes sociales. Es por ello que desde InfoCordillera quisimos dialogar con ellas para conocer un poco más sobre su apasionante historia de vida y que la llevó a ser la profesional que es hoy día.

Arrancando con sus orígenes, le consultamos sobre si ya desde chiquita soñaba con ser veterinaria, a lo cual con una sonrisa en su rostro respondió: “La verdad es que sí. Yo creo que tuve una ventaja sobre mis compañeros en la facultad y era que desde siempre yo sabía que quería estar ahí” agregando que “en algún momento desvarié con el arte ya que yo dibujo y escribo, pero sentía que esa no era mi profesión, sino que prefería que fuese mi hobie”.

Recordando su infancia, señaló que “cuando nos mudamos de La Plata para la Comarca Andina teníamos que alquilar casas y hasta hemos llegado a mentir para poder tener nuestras mascotas” remarcando “me gustó como lo resolvimos, pero ahora con el diario del lunes pienso que con la realidad socioeconómica de esos tiempos fue una locura que mis padres además de tener dos pibes hayan tenido toda esa cantidad de animales, bien mantenidos siempre, pero fue un súper laburo”.

“Ya cuando tuve que elegir escuela secundaria, acá no había muchas opciones por esa época y fui a la Escuela Agrotécnica de Cerro Radal que por ese momento era una escuelaza y me encantó ese período desde los 12 años porque yo sabía que a los 18 me iba a ir a estudiar Veterinaria” relató.

“Fue así que terminé el secundario y volví a La Plata que era la ciudad que me había visto nacer, pero de la cual me había ido de muy pequeñita y en donde estaba más sola que un hongo” explicó, agregando que “fue un tiempo difícil en donde lloraba un montón ya que estaba muy lejos de mi familia y no tenía ni un mango por lo que estaba muy sola, pero amando lo que estaba haciendo. Ya con el tiempo me hice de muy buenos amigos y me construí una segunda vida allá”.

Paula señaló que “en cinco años y medio me había recibido, lo cual era una meta para mí ya que siempre creo que las cosas que se empiezan, se deben terminar y no me veía estar estudiando ni un año más así que le puse todas mis energías en culminar la carrera en el tiempo que tenía que ser”.

Culminados sus estudios llegó un momento de duda, relató, señalando que “en la facultad estaba como en mi casa y ya tenía tres trabajos, pero la ciudad no me encantaba para quedarme y fue por esa época que un día me llama uno de mis profesores del secundario que me dijo que me volviera que había mucho laburo y para mí fue como una señal para volver a la Comarca”.

Continuando con el recorrer de su vida, desembocamos en sus comienzos con las redes sociales, en donde cuenta con miles de seguidores en todas las plataformas y es así que no señala que “esto fue una maldi-bendición porque me gustan muchas cosas y todas trato de hacerlas a fondo lo cual hace que duerma muy poco” enfatizando que “quizás es un arma de doble filo meterle tanta pasión a todo lo que uno hace ya que te terminas tomando las cosas muy en serio por eso decidí que la parte artística fuera mi cable a tierra. Yo amo mi trabajo, pero no se dan una idea la cantidad de gente durante el día que le llora a uno en la cara contando sus cosas y yo tengo que actuar muchas veces como psicóloga también, en la parte humana de las manadas” remarcando que “desde un principio esta fue la forma que elegí para trabajar, siendo médico de familia y no solo atendiendo a las mascotas, por eso es que necesito tener una vía de escape o desenchufe y la parte artística la reservé para mí, para contar cosas y poder expresarme”.

“Fue así que en un momento escribí un libro” confesando que se encuentra escribiendo otro. “Ese libro nació en el 2017 cuando ya hacía cuatro años que estaba recibida y empecé a dibujar una muñequita que le puse de nombre Dandelion que es la palabra argentinizada del nombre en inglés del diente de león, ese yuyo de flor amarilla que después uno sopla para pedir deseos y la convertí en mi avatar, porque cuando empecé a trabajar como veterinaria dije: no puede ser que el mundo no sepa lo que pasa de este lado de la camilla y fue así que comencé a dibujar”, reconociendo entre risas que “me salía más económico que ir a terapia”.

Fue en el año 2020, en plena pandemia, encontró la manera de publicar su primer libro. Según señaló, “fue así que comencé también con las redes sociales ya que lo publicaba en Facebook” agregando que “en simultaneo se concretó el sueño que tenía de tener mi propio consultorio” detallando que “creo que todo se dio en una misma semana, que un día volví llorando de mi trabajo y fue así que mi mamá me dijo que ese estado no me soportaba más y salimos a buscar local y luego de haber buscado por años, ese día, en plena crisis encontramos el lugar donde actualmente tengo mi clínica. Fue en esos días que me encontré con un amigo que me sugirió hacer mi libro a través de financiamiento colectivo y fue así que dije: ¡redes sociales vengan a mí! Ya que con vergüenza no se consigue nada y puse mi carita y en plena cuarentena se dio todo”.

Consultada sobre que fue de lo más difícil que le tocó afrontar con su profesión, tras pensarlo unos segundos remarca que “un punto de inflexión que tuve fue cuando abrí la veterinaria, decidí especializarme en ecografías y durante el curso, practicando con mi perro le encontré un tumor”. Recordando ese momento, señala que “yo estaba en el piso llorando y mi viejo me miraba sin entender que pasaba y yo por dentro insultaba, prefiriendo quizás la ignorancia donde uno quizás es más feliz, pero yo sabía que lo que había visto no era bueno y finalmente, dos meses después terminó muriendo”.

“Fue así que llegó otro de los cambios importantes en mi profesión. Yo por ese entonces vendía como todo veterinario, alimentos ultra procesados” señalando que “yo pensaba continuamente porque se había muerto mi perro y como él, cuantos pacientes se me había muerto sin quizás enterarme pese a que yo hacía todo lo que la medicina alopática decía que había que hacer y a partir de ahí tuve que desandar todo lo que había dicho por año y enfrentar a mis clientes y decirles: Viste lo que te recomendé hasta el año pasado, bueno, no es lo mejor. Y aun a riesgo de enfrentar las críticas tuve que rearmar mi manera de trabajar en encontré lo que quería hacer con mi carrera, siete años después de haberme recibido y decidí encarar desde otro enfoque, destacando la alimentación natural para nuestras mascotas”, enfatizando que “no hay nada como los parates que nos da la muerte diciéndonos hasta acá, y la partida de mi perro me trajo este cambio radical en mi profesión”.

Finalmente, le preguntamos sobre si le recomendaría estudiar veterinaria a ese chico o chica que está terminando hoy día la secundaria, a lo cual nos responde que “por supuesto que sí. Nunca va a salir de mí que es una carrera difícil, que cuesta tener salida laboral, porque yo creo que el futuro depende de uno incluso en este bendito país. Todo aquel que te diga lo contrario, lo dice desde sus propias limitaciones” enfatizando que “se deben buscar las carreras desde lo que nos apasiona”.