El sábado 21 de junio, Esquel vivió un conmovedor gesto de solidaridad impulsado por Nathalia Pineda y Belén Curaqueo, dos vecinas que decidieron hacer algo por su comunidad. En un gran evento que organizaron, cocinaron más de 350 porciones de guiso de lentejas, pensadas para los habitantes del barrio Valle Chico y áreas cercanas.
La iniciativa no solo tuvo como objetivo alimentar a quienes más lo necesitan, sino también fortalecer el sentido de comunidad entre los vecinos. "Cuando se trabaja en conjunto, se pueden lograr grandes cosas", afirmaron Pineda y Curaqueo, reflejando el espíritu colaborativo que estuvo presente en la jornada.
El Sindicato de Camioneros jugó un papel fundamental en esta labor, proporcionando recursos y mano de obra. Un considerable número de voluntarios se sumó al esfuerzo, dedicando su tiempo y energía para que el evento fuera todo un éxito. Así, se evidenció que la colaboración entre distintos sectores de la sociedad es esencial para llevar a cabo iniciativas que no solo nutren físicamente, sino que también fomentan un fuerte sentido de comunidad y empatía.
La propuesta de Nathalia y Belén es dar continuidad a este tipo de actividades cada dos meses, con la esperanza de extender su ayuda a otros barrios de Esquel. De este modo, buscan que más personas se integren a esta movida solidaria, creando un valioso círculo de apoyo y cooperación. En tiempos donde la desconexión social es frecuente, estas acciones resaltan la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo, valores que deben ser promovidos y celebrados como un ejemplo de cómo la gente puede unirse para hacer una diferencia significativa en la vida de otros.