El gobierno argentino anunció un proyecto de reforma electoral que busca eliminar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) a partir de 2025, así como reducir los aportes del Estado para el financiamiento de los partidos políticos y las ayudas para la exposición de sus propuestas en los medios. Además, pretende reducir la cantidad de sellos partidarios, entre otras medidas, que podrían aplicarse a partir de los comicios presidenciales de 2027.
Esta reforma, impulsada por Santiago Caputo, asesor presidencial, busca retomar los temas que no pudieron ser aprobados durante el debate de la ley Bases. A pesar de las dudas de algunos sectores del oficialismo y de estar en un momento político complejo, el gobierno planea propiciar el debate del proyecto durante sesiones extraordinarias o en las ordinarias de 2025.
El proyecto de reforma electoral busca eliminar las PASO argumentando que no cumplen su propósito original y representan un gasto excesivo para el estado. Sin embargo, se incluyen medidas para garantizar el funcionamiento democrático de los partidos políticos. A pesar de los posibles conflictos con el PRO, la UCR y el kirchnerismo, el gobierno confía en que el proyecto será sancionado.
En cuanto al financiamiento de los partidos políticos, el gobierno busca reducir el gasto público y mejorar la transparencia. Se eliminará el aporte extraordinario de campaña del Estado y se aumentarán los topes privados de los aportes. Además, se busca desregular los espacios de publicidad gratuita, lo que podría afectar a los sellos de menor conocimiento. Se introducirán medidas de transparencia y se endurecerán las multas en relación con el régimen de financiamiento.
Por último, se pretende facilitar la inscripción de afiliados por medios digitales y endurecer las reglas vinculadas a la caducidad de los partidos. Se requerirá un mayor porcentaje de votos en elecciones previas y un mayor número de afiliados y presencia en distritos.
Aún no hay fecha para el inicio del debate en la Cámara de Diputados y se espera que los partidos aliados evalúen los puntos del proyecto. El presidente, mientras tanto, se encuentra en Estados Unidos y no se ha expresado al respecto.