El lunes, Gerardo Werthein asumió como nuevo canciller, sucediendo a Diana Mondino en el cargo. Werthein no pierde tiempo en implementar su nueva política en materia de relaciones diplomáticas, dejando en claro su misión de perseguir "agendas enemigas de la libertad". Como parte de esta nueva dirección, ha pedido a todos los funcionarios en el Palacio San Martín que pongan sus renuncias a disposición.
Una de las primeras evidencias de este cambio es la lista de funcionarios a los que se les ha solicitado la renuncia. En dicha lista se encuentra el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, quien mantiene un excelente vínculo con el triángulo de hierro que conforman los hermanos Javier y Karina Milei y el asesor Santiago Caputo.
Además de los recortes en la plantilla de personal, que se estima será de alrededor del 50%, el gobierno busca una "readecuación" en términos de sueldos y jubilaciones. Funcionarios con despacho en Balcarce 50 revelaron que el objetivo es equiparar los sueldos de los diplomáticos con los del resto de los trabajadores estatales.
En relación a esta cuestión, el oficialismo intentará modificar ciertos aspectos de la ley 22.73, que establece el régimen jubilatorio específico para el Personal del Servicio Exterior de la Nación. Esta ley establece que la jubilación ordinaria debe ser equivalente al 85% de la remuneración total asignada a la categoría de mayor jerarquía desempeñada en el Servicio Exterior durante al menos cuatro años continuos o discontinuos.