El 1 de mayo se celebra en Argentina el Día del Trabajador, una fecha que honra la lucha constante por los derechos laborales. Esta conmemoración surge del movimiento obrero internacional del siglo XIX, marcado por la organización de los trabajadores que exigen mejores condiciones laborales y salarios justos. El hito clave ocurre el 1 de mayo de 1886, cuando se llevan a cabo importantes huelgas en Estados Unidos, las cuales son determinantes en la historia laboral.
En Argentina, el reconocimiento formal de esta jornada llega en 1943, durante el gobierno de facto de Ramón Castillo, quien declara el 1 de mayo como feriado nacional. Desde ese entonces, cada año, sindicatos y organizaciones sociales organizan marchas y actos en todo el país, reivindicando los derechos laborales y la solidaridad entre trabajadores. Este día se transforma en una plataforma de discusión sobre diversos temas, como la precarización laboral y la defensa de los derechos humanos en el trabajo.
Con el paso del tiempo, el Día del Trabajador va evolucionando, adaptándose a los cambios en el contexto socioeconómico de Argentina. En la actualidad, las celebraciones no solo incluyen discursos de líderes sindicales, sino también eventos culturales y la participación de múltiples organizaciones que luchan por la dignidad laboral. No obstante, esta jornada también es un momento de reflexión acerca de los desafíos que percibe el mundo laboral hoy, incluyendo el desempleo y la informalidad.
Este año, las conmemoraciones se llevarán a cabo bajo el lema “Unidad y lucha por un trabajo digno”, subrayando la importancia de la cohesión entre los distintos sectores laborales. Las movilizaciones están previstas en las principales ciudades del país, donde se anticipa una notable participación de trabajadores de diversas ramas. Además, se incluirán actividades culturales y artísticas que buscan visibilizar las problemáticas actuales del trabajo y rendir homenaje a aquellos que han luchado por mejorar las condiciones laborales a lo largo de la historia.