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26 de Julio de 2025

Argentina habilita la importación de electrodomésticos desde Chile:

La nueva normativa permite a argentinos mayores de 16 años importar legalmente heladeras, cocinas y lavarropas desde Chile. Analizamos diferencias de precios, logística y beneficios para evaluar si es rentable traer estos productos del exterior.

Por Redacción

Viernes, 25 de julio de 2025 a las 11:55

Un reciente cambio normativo en Argentina autoriza a los ciudadanos y residentes mayores de 16 años a importar productos de línea blanca, como heladeras, cocinas y lavarropas, desde países limítrofes, especialmente Chile, bajo ciertas condiciones. Esta modificación elimina la exclusión vigente desde la Resolución ANA N.º 3.751/94, abriendo así una nueva posibilidad para quienes buscan alternativas más económicas.

Históricamente, la carga impositiva y los costos internos han elevado los precios de estos electrodomésticos en Argentina, generando una brecha significativa con los valores en Chile. Esta apertura invita a los consumidores a evaluar si conviene aprovechar esta oportunidad, aunque siempre considerando todos los costos y beneficios involucrados.

Para quienes residen en provincias fronterizas o tienen fácil acceso a Chile, la importación puede representar un ahorro tangible. Sin embargo, para otros usuarios, la comodidad, las facilidades de pago y los servicios locales, como la entrega a domicilio y la garantía nacional, pesan en la decisión final.

Diferencias de precios: una brecha significativa

El principal incentivo para importar línea blanca desde Chile es la marcada disparidad en los precios. Por ejemplo, una heladera Samsung No Frost de unos 230 litros cuesta en Chile aproximadamente 290 mil pesos chilenos, equivalentes a más de $390.000 argentinos. En cambio, en Argentina, un modelo similar puede superar el millón de pesos, con una diferencia superior a $600.000.

En cocinas a gas, un modelo Electrolux de cuatro quemadores se vende en Chile por 519.990 pesos chilenos (alrededor de $701.597 argentinos), mientras que en Argentina su precio ronda los $1.330.999, casi el doble, con una diferencia cercana a $630.000.

En el caso de los lavarropas, un modelo Hisense de 10 kilos cuesta en Chile unos 269.990 pesos chilenos (equivalente a $364.297 argentinos), mientras que en Argentina el mismo producto puede alcanzar el millón de pesos, mostrando una brecha porcentual del 197%. Esta diferencia hace que la importación sea una opción muy atractiva, siempre que los costos de traslado y logística sean manejables.

Logística y servicios: factores que equilibran el ahorro

Si bien la diferencia de precios es significativa, no garantiza un ahorro total. Los electrodomésticos de línea blanca son voluminosos y requieren una planificación cuidadosa para su traslado. Los gastos asociados al viaje, transporte y posibles aranceles o trámites aduaneros pueden reducir la ventaja inicial.

Además, comprar localmente ofrece beneficios como pagos en cuotas sin intereses, garantía con cobertura nacional y entrega a domicilio, que añaden comodidad y valor para el consumidor. Estos servicios implican un costo implícito que muchos consideran justo para evitar complicaciones y riesgos relacionados con la importación.

Por lo tanto, cada consumidor debe evaluar su capacidad logística, la proximidad a la frontera y los recursos disponibles antes de decidir basándose únicamente en el precio.

Nuevo marco normativo: una oportunidad para el consumidor argentino

La novedad más relevante es la implementación de un sistema digital que permite registrar la importación personal de una unidad de línea blanca por año calendario, bajo un control legal y regulado. Esto representa un avance frente a la antigua normativa que prohibía la importación de estos productos por volumen y valor.

Esta apertura normativa impulsa a los consumidores a buscar mejores precios en el exterior, aunque también exige manejar con responsabilidad la logística y los requisitos aduaneros.

En definitiva, la importación de línea blanca desde Chile puede representar un ahorro real para quienes pueden organizar el traslado y cumplir con los trámites necesarios. Aunque existen desafíos, el panorama actual invita a considerar esta alternativa como parte de la estrategia de compra, especialmente ante las diferencias de precios que pueden superar el doble o triple del costo local.

El equilibrio entre precio, comodidad, servicios y logística será clave para cada consumidor al momento de decidir. Esta nueva regulación abre una puerta inédita para explorar opciones fuera del mercado doméstico y analizar todas las variables involucradas en la adquisición del próximo electrodoméstico.