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28 de Septiembre de 2025

De el El Bolsón a los grandes escenarios: la historia de Ayelén Lirio, la voz que quiere conquistar Argentina

Desde sus raíces a miles de kilómetros de El Bolsón, hasta soñar con brillar en La Voz Argentina, Ayelén nos comparte un relato de amor, familia, desafíos y música que emociona y enorgullece a toda la Comarca Andina.

Sabado, 12 de abril de 2025 a las 09:22

En la Comarca Andina la conocemos de sobra: su voz, su sonrisa amplia y esa energía que ilumina cada escenario que pisa. Pero detrás de esa artista que hoy sueña con llegar a la televisión nacional, hay una historia que merece ser contada. Una historia de raíces profundas, de búsquedas internas, de renacimientos. Ayelén Lirio no es solo una cantante que aspira a conquistar La Voz Argentina; es una mujer que transformó cada capítulo de su vida en un motivo para cantar más fuerte.

"Vivo en la Comarca hace unos 20 años", nos cuenta en esta charla que forma parte del ciclo de entrevistas de Info Cordillera. Su voz ya transmite emoción desde las primeras palabras. Nació en Corrientes y, apenas con seis días de vida, fue entregada en adopción. "Mi mamá biológica me tuvo muy joven, a los 14 años", recuerda. Una situación difícil que la vida supo transformar en oportunidades: fue recibida con amor por sus padres adoptivos, oriundos de Bahía Blanca, quienes la acompañaron desde entonces. "Para mí son mis papás", afirma con una seguridad que emociona.

Su historia es reflejo de esas familias que se van tejiendo con hilos del corazón más que de la sangre. "Después de venirnos a la comarca, mis papás se separaron. Al principio, como nena, uno lo vive como un fin del mundo… pero con el tiempo entendí que los afectos se multiplican. Hoy tengo hermanos en ambas familias, y eso es hermoso", comparte con una sonrisa.

Ayelén se emociona al hablar de estas nuevas formas de entender la familia. "Los lazos no son solo de sangre, son del corazón", dice, casi como si fuera la letra de una de sus canciones. En su relato hay madurez, aceptación y un enorme amor por las vueltas de la vida que la fueron formando.

Desde chica, la música fue su refugio y su cable a tierra. "En el jardín, siempre me mandaban a cantar en los actos", recuerda entre risas. La imagen de esa pequeña niña, de pie frente al público, con los ojos brillando de emoción por ser la protagonista, es la postal de un destino que parecía escrito desde temprano.

Pero su camino artístico no fue casual ni improvisado. Detrás de cada nota afinada y cada interpretación que estremece, hay años de esfuerzo, de formación y de autoconocimiento. "Uno no solo tiene que entrenar la voz, sino también entender que como artista sos un producto. Hay que aprender a venderlo bien para que el público se quede y te escuche", dice con una madurez profesional admirable.

Ayelén no se quedó quieta. Siguió estudiando, perfeccionándose, y también encontrando en la música un sostén en los momentos más duros. Uno de esos momentos, que marcó un antes y un después, fue la llegada de su hija. "Ella significa el mundo para mí", dice con la voz quebrada de emoción. "La maternidad te pone frente a un espejo: o repetís patrones o elegís cambiar. Yo elegí crecer, cambiar, y construir un camino distinto para nosotras."

Convertirse en mamá también la ayudó a comprender más profundamente su propia historia. "Después de ser madre entendí muchas cosas sobre mi adopción y sobre mi familia biológica", nos cuenta. A los 15 años tuvo la oportunidad de viajar a Corrientes y conocer a sus raíces. "Tengo 11 tíos allá y más de 12 hermanos si sumo a los biológicos y a los de la familia que me adoptó. Es increíble. Seguimos en contacto y eso me llena el corazón."

Hoy, Ayelén sigue soñando, pero con los pies firmemente plantados en la tierra que la vio crecer y el corazón puesto en el escenario. Su gran anhelo es claro: "Quiero dar conciertos y ser inspiración para otros, que la gente vea que el sol brilla para todos. Si yo pude, cualquiera puede."

La posibilidad de participar en La Voz Argentina es una ventana enorme hacia ese sueño. Con entusiasmo nos cuenta que ya hizo el casting y espera las novedades con ilusión. "Todavía están abiertas las convocatorias por TikTok. Me imagino en el escenario, con los coaches dándose vuelta, como si ya estuviera ahí", dice, visualizando el momento con la fuerza de quien cree profundamente en la manifestación de sus deseos.

¿Su cábala? "Vibrar alto. Imaginarme que ya estoy ahí, sentirlo en el cuerpo", dice convencida. Esa certeza que muestra, esa fe inquebrantable en sus capacidades, es parte de lo que la hace brillar.

Si pudiera elegir una canción para cantar en su recital soñado, no lo duda demasiado: Tu falta de querer de Mon Laferte. "Me encanta interpretarla, siento que llega muchísimo. La gente siempre me dice que le pongo mucha emoción, que se les eriza la piel", nos cuenta emocionada.

No es difícil imaginarlo: Ayelén en un gran escenario, los reflectores iluminando su figura, la banda sonando potente detrás, y su voz, esa voz llena de vida, de historia y de futuro, conquistando cada rincón del lugar.

"Estoy segura de que este año va a estar repleto de momentos inolvidables", nos dice con una sonrisa amplia, la misma que la acompaña desde aquella niña que cantaba en los actos del jardín hasta esta artista que hoy inspira a toda una comarca. Y nosotros, desde acá, la seguimos y la alentamos. Porque, como dice Ayelén, el sol brilla para todos. Y el suyo, sin dudas, está empezando a brillar con más fuerza que nunca.