Comenzando con la charla, Namor relata que “llevo 16 años de bombero y casi 10 en la Jefatura, o sea que me pase gran parte de mi vida atajando penales o lo que sería mejor, apagando incendios, tanto de forma literal como metafórica, más que disfrutando de salir en cada emergencia”.
Haciendo memoria, señala que “hemos trabajado mucho y hemos estado coordinando muchos incendios muy grandes como fue el del 9 de marzo del 2021 en Cerro Radal y Las Golondrinas y en la Cuesta del Ternero ese mismo año que fueron siniestros que marcaron la zona, pero también estuvimos en el incendio de Lago Martín que se extendió por varios meses o el más reciente, en marzo del 2023 acá, en Cascada Escondida y Loma del Medio” remarcando que “fueron eventos muy grandes donde tuvimos que poner toda nuestra capacidad y tomar decisiones, a veces muy drásticas, para poder frenar el fuego, cuidando siempre a cada uno de mis compañeros que están a mi mando”.
Llevándolo más atrás en el recuerdo, le preguntamos cómo fue que se hizo bomberos, a lo cual, con una sonrisa en su rostro nos respondió que “siempre viví a pocas cuadras del Cuartel y fue algo que me gustó de toda la vida y desde chico veía como trabajaban desde cuando les habían entregado el primer camión, que había sido donado por el Servicio Forestal, pero fue recién en el año 2004 cuando yo tenía 36 años, me detectaron un cáncer en el esófago por lo que me derivaron a Buenos Aires para operarme pero el pronóstico no era para nada alentador. Estuve 58 días allá y cuando volví, bastante recuperado y desde ese momento debido a que la gente de mi pueblo me había ayudado tanto que decidí que tenía que hacer algo para devolver algo de todo lo recibido y justo se dio la situación que se necesitaban choferes para los camiones en el Cuartel y así fue que ingresé como Auxiliar Técnico o como se lo denomina, Alfa Tango, con el compromiso de hacer el curso de bombero”.
“Aun no podía entrar a los incendios porque no era bombero todavía, por lo que hice el curso de aspirante durante ese año y para un 2 de junio pasé a formar parte del Cuerpo Activo y desde ese día no me fui nunca más” relató.
Namor contó que “luego de todos estos años, pedí mi retiro por cuestiones laborales y personales y pasaré a estar en reserva o sea que mientras me dé el físico, puedo seguir viniendo a los incendios”. Ante la pregunta de que, si se imagina que suene la sirena y no estar saliendo para el Cuartel, nos responde que “creo que voy a seguir viniendo hasta el último día que pueda caminar, aunque sea para asesorar a mis compañeros o esperándolos con la comida cuando vuelvan de alguna emergencia grande. Y después quizás me toque estar formando parte de la Comisión Directiva”, agregando que “sé que posiblemente este 2 de junio sea el último en el que esté como jefe y eso es algo que estoy procesando aun”.
Continuando con la charla, le consultamos sobre qué cosas le ha quitado el ser bombero y tras un segundo, quizás de reflexión señaló que “esta vocación me ha dado muchas cosas lindas, con la satisfacción de ayudar sin importar a quien pero también es mucho lo que me quitó: días con la familia, no estar en los actos de tus hijos o nietos, se llevarlos el primer día a la escuela, de festejar un cumpleaños o una Navidad y a las doce menos cinco toca la sirena y tenés que dejar todos y salir y volver al otro día a las 2 o 3 de la mañana y no alcanzaste a festejar con tus seres queridos. Son muchas las cosas que resignamos como bomberos que, con los años, la familia tiene que estar muy bien constituida como para que este no afecte, aunque siempre algo de mella le causa” agregando que “también está el tema laboral ya que más que nada en incendios largos uno está mucho tiempo afuera y todo eso impacta también en tus fuentes de ingreso” remarcando que “no nos olvidemos que todos nosotros somos 100% voluntarios y no solo que no nos pagan por ser bomberos sino que si lo mirás bien, terminamos pagando por esta vocación de servicio”.
Ante la pregunta de que, si en algún momento durante los incendios ha tenido miedo por su integridad o la de sus compañeros, Namor expresó que “por mí no tanto pero si por la de cada uno de los bomberos que tengo a mi cargo” recordando que “durante el incendio del 9 de marzo del 2021 me marcó un poco en ese aspecto pero mucho más durante siniestro de Cascada Escondida y Loma del Medio, del año pasado, cuando yo estaba dirigiendo las acciones por radio desde la central y empecé a escuchar la desesperación de mis compañeros que veía que los corría el fuego y parecía que los pasaba por encima. Ese día, se quedaron tres camiones parados arriba de una loma y no había forma de hacerlos arrancar y los chicos ya estaban pensando en abandonarlos y meterse dentro de un tanque australiano para no quemarse y a último momento apareció una máquina del Municipio que los pudo enganchar con una linga y los sacó hasta la ruta. Ese día reconozco que me asusté mucho mientras escuchaba el tráfico de radio como estaban bajo la lengua del fuego a riesgo que los dejara atrapados”.
Llegando a la pregunta final, le consultamos sobre si se arrepentía de algo, a lo cual, con una sonrisa en el rostro y sin dudar nos contestó: “No me arrepiento de nada, es más creo que me van a faltar años para seguir estando y creo que nunca me voy a retirar del todo, aunque la familia te diga que ya es hora de largar, estaré colaborando en lo que se pueda con la institución”, concluyendo que “lo que hice, lo hice con ganas y con mucha vocación de servicio. Habremos hechos cosas bien y otras mal pero siempre en pos del cuartel”.