Un procedimiento policial que comenzó como una rutina para controlar una infracción por caza ilegal en un campo de Esquel terminó en una violenta situación con agresiones y un disparo que dejó a un infractor herido.
El hecho ocurrió el jueves a las 16:30 horas, cuando un vecino alertó a la policía sobre la presencia sospechosa de personas en un Peugeot 206 que circulaba por los caminos de Río Chico, a unos 15 a 20 kilómetros de Esquel.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron el vehículo frente a un establecimiento rural y notaron la presencia de un guanaco faenado dentro del auto. Ante esta situación, solicitaron a los ocupantes el permiso de caza y detalles sobre cómo habían abatido al animal.
Los dos sujetos, uno identificado con las iniciales W.F., admitieron haber utilizado un arma de fuego y, al ser requeridos para mostrarla, uno de ellos salió con un rifle equipado con mira telescópica que colocó sobre el capot del Peugeot. Sin embargo, bloquearon la visión del arma, negándose a exhibirla completamente y a mostrar permisos de caza o portación.
Los policías informaron que los trasladarían a la comisaría y que se les realizaría un palpado de seguridad. En ese momento, uno de los agentes fue atacado a golpes por uno de los sujetos, lo que provocó la intervención de sus compañeros.
Durante el forcejeo, ambos infractores sujetaron del cuello a uno de los policías y uno intentó arrebatarle el arma reglamentaria. Dos agentes mujeres acudieron en ayuda, logrando que soltaran al sargento, quien rápidamente fue al patrullero a buscar una escopeta.
Mientras tanto, el adulto, W.F., tomó el rifle del capot y amenazó al policía. Ante la gravedad de la situación y sin otras opciones, el oficial disparó con la escopeta usando perdigones de goma a las piernas de W.F., quien dejó caer el arma.
A pesar de esto, ambos agresores continuaron la lucha intentando arrebatar la escopeta y la pistola reglamentaria a los policías. Para detenerlos, un agente efectuó un disparo al aire que finalmente logró intimidar a los atacantes y poner fin al enfrentamiento.
Una vez controlada la situación, los policías aseguraron el rifle y detuvieron a W.F., quien fue trasladado al hospital para recibir atención médica por las heridas causadas por los perdigones.
El Ministerio Público Fiscal intervino en el caso y ordenó la detención de ambos sujetos hasta la audiencia de Control de Detención.