La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, encabeza el desalojo en el Parque Nacional Los Alerces en Chubut, poniendo fin a cuatro años de usurpación. Durante este tiempo, el exbrigadista Cruz Cárdenas, quien se "autopercibía" como mapuche, lidera una ocupación que resulta en incendios, destrucción de puentes y ataques a sedes de los guardaparques.
Sin embargo, lo extraño no termina ahí. Tras el desalojo, las autoridades descubren que hay personas autodenominadas "mapuches" provenientes de Buenos Aires, algunas de las cuales reciben planes sociales del gobierno nacional, por entonces encabezado por Alberto Fernández.
En resumen, durante cuatro años en el Parque Nacional Los Alerces conviven mapuches porteños que buscan apropiarse de estas paradisíacas tierras. El gobernador Ignacio Torres, junto a autoridades nacionales y judiciales, está presente durante el desalojo y denuncia la participación de distintas organizaciones no gubernamentales que apoyan a estas personas.
"Cuando denunciamos una toma, no solo denuncian distintas ONG que avalan a estas personas, algunas de las cuales viven en Buenos Aires. Y nada tienen de originarios, sino que su único propósito es llegar y hacerse de tierras en lugares paradisíacos", expresa el gobernador Torres.
Además de esta situación, se encuentran, días después del operativo, árboles talados, basura enterrada y objetos robados en el área del desalojo. Danilo Otaño, intendente del Parque Nacional, revela que se descubrieron "construcciones no autorizadas sin planos" y estima en 48 millones de pesos la reconstrucción de la seccional de guardaparques tomada.
También se informa que el puente, que fue incendiado varias veces y atacado con motosierras, requiere reparaciones significativas. No obstante, la sorpresa más impactante es el descubrimiento de un aserradero portátil utilizado para la tala ilegal de bosques nativos. Todo esto ocurre durante los cuatro años de ocupación ilegal en los que se produce un daño significativo al medioambiente.
El Parque Nacional Los Alerces, situado a 34 kilómetros de Esquel, la ciudad más importante de la cordillera chubutense, alberga paisajes maravillosos, lagos de aguas verde esmeralda y un árbol milenario conocido como "el abuelo". Afortunadamente, este último ha sobrevivido indemne a la motosierra.
La ministra Bullrich lidera un operativo que pone fin a una larga y problemática ocupación en el Parque Nacional Los Alerces, dejando al descubierto una serie de situaciones inusuales y daños al medioambiente. La lucha por la preservación de estos paisajes naturales continúa, y queda en manos de las autoridades garantizar la protección de estos espacios.